Cómo trasplantar plantas de cannabis 101

Trasplantar una planta de cannabis es un paso muy importante en el proceso de cultivo de la marihuana. Cuando se hace correctamente aporta muchos beneficios, pero cuando se hace incorrectamente también puede ser un factor estresante. Te contamos todo lo que necesitas saber.

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El trasplante de cannabis es un momento superimportante

no sólo para fortalecer la planta, sino también para identificar cualquier tipo de problema en sus raíces. Al fin y al cabo, no todos los problemas están en la superficie, y el trasplante te brinda una oportunidad única de mirar bajo la superficie del suelo. Además, podemos utilizar este proceso para controlar el crecimiento y la salud de nuestra querida planta de cannabis.

Aunque mucha gente piensa que lo importante es el tamaño de la planta, en realidad, al trasplantar cannabis, debemos tener en cuenta el desarrollo de las raíces de la planta en cuestión. ¡Es imprescindible que hagamos este proceso con el mayor cuidado posible para no estresar a nuestra pequeña planta de cáñamo!

¿Quieres saber más sobre este tema? Aquí te explicaremos un poco su importancia y te mostraremos el procedimiento paso a paso para que, cuando llegue el momento, sepas cómo hacerlo todo correctamente.

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¿Por qué replantar?

Como hemos mencionado antes, el trasplante es un paso esencial en el proceso de cultivo, para que sepas en qué fase de desarrollo se encuentra la planta, puedas comprobar su tamaño y enraizamiento, y también para saber más sobre su salud. Al fin y al cabo, la parte inferior es tan importante como la superior. Si la raíz tiene problemas, querrás solucionarlos cuanto antes para no poner en peligro tu planta.

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Nuestros mejores consejos en este momento son los siguientes:

Empieza poco a poco: germina una semilla y ponla primero en un lugar pequeño, como un vaso de plástico o un minijarrón.

¡No utilices tarros transparentes! La luz puede comprometer sus raíces y arruinar la obra.

¿Vas a poner la planta de cáñamo en un vaso de plástico? Antes de trasplantar, haz agujeros en la base para que las raíces no se atasquen, dañen o estresen, y para que el agua pueda drenar desde el fondo.

Algunos cultivadores de cannabis recomiendan varios trasplantes hasta que dejes la planta en la maceta definitiva, y es importante recordar que la maceta definitiva debe ser lo bastante grande para permitir que la planta florezca. Con algunos trasplantes estarás en mejores condiciones de seguir de cerca el desarrollo y la salud de las raíces. Sin embargo, es esencial saber medir: ¡repetir el proceso a menudo puede estresar a la planta! Una o dos veces puede ser suficiente.

Las macetas pequeñas también son adecuadas para empezar. Tras la germinación, utiliza una maceta pequeña. Esto ayudará al desarrollo de las raíces y reducirá la probabilidad de regar en exceso y arrojar una cascada de agua sobre una planta pequeña. (Sí, puedes arruinar algunas semillas de cannabis echándoles demasiada agua, no lo hagas).

Para ver si debes trasplantar la planta, golpea el lateral de la maceta/jarra para aflojar la tierra/raíces de las paredes. Gira lentamente y palpa con las manos para ver si la planta se suelta en el cuadrado lleno de raíces, o si la tierra empieza a desmoronarse. si las raíces de la planta sujetan el medio, ¡ahora es el momento! Si la tierra se afloja, significa que aún no tiene suficientes raíces para trasplantarla a una maceta más grande.

Otra razón importante para trasplantar es permitir que la planta de cannabis crezca, o incluso detenerla. Para los que cultivan en interior, lo mejor es dejar de trasplantar cuando la altura de la planta sea adecuada para su crecimiento. Aumentar el área de contacto y el espacio radicular permite un crecimiento continuo, y cuando se plantan en tierra, ¡las plantas de cannabis pueden alcanzar muchos metros increíbles!

Antes de trasplantar el cannabis, haz agujeros en la base para evitar que las raíces se atasquen, se dañen o se estresen, y también para permitir que el agua drene por la parte inferior.

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Cuando trasplantes cannabis, presta atención a

Para trasplantar, debes tener una tierra muy sana que nutra y alimente a la planta. Es importante que compruebes tu sustrato en este momento. Si contiene insectos no deseados, hongos o incluso problemas en la estructura, puedes solucionar todo esto antes de trasplantar (pronto hablaremos del control de plagas, así que permanece atento).

También es el momento de observar atentamente lo que dicen las raíces de tu planta de cáñamo:

Unas raíces parduscas o verdosas y pegajosas, como si tuvieran baba, indican problemas.

También debes tener cuidado con ciertas especies de nematodos y otros insectos que se alimentan de las raíces, como los pulgones. Estos tipos de gusanos se alimentan de las raíces de la planta y pueden amenazar su crecimiento y causar enfermedades. Parecen pequeños gusanos blancos, pero no te equivoques: estas peligrosas criaturitas eliminan el contenido celular de las raíces e impiden que la planta absorba agua y nutrientes.

Para deshacerte de los nematodos malos, piensa en conseguir nematodos buenos y beneficiosos para tus cultivos. Algunos nematodos te ayudarán incluso a deshacerte de los mosquitos de los hongos y algunas otras infecciones. Te recomendamos que investigues un poco más al respecto

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Antes de iniciar el proceso, asegúrate de que es el momento adecuado. Si es así… ¡Manos a la obra!

Paso 1: Lávate las manos o utiliza guantes para evitar contaminar las raíces delicadas. ¡Mantén el entorno de este proceso lo más higiénico posible!

Consejo: el día antes del trasplante, procura no regar las plantas. Esto permitirá que la tierra se adhiera ligeramente al sacarla del recipiente inicial.

Paso 2: Comprueba que el recipiente receptor está lleno de medio de cultivo y que hay espacio suficiente para trasplantar con seguridad.

Consejo: no molestes ni dañes las raíces al trasplantar. El mayor riesgo de choque al trasplantar por primera vez es que se produzca directamente como consecuencia del daño y la alteración de las raíces. ¡El estrés puede causar problemas de desarrollo o incluso convertir la planta en macho o hermafrodita!

Consejo 2: cuando trasplantes, evita la luz brillante. Esto también evitará el shock del trasplante.

Paso 3: saca la planta del recipiente más pequeño y transfiérela al más grande. Colócalo en el centro y rellena los bordes con tierra.

Paso 4: riega siempre bien la planta después del trasplante. ¡Ten cuidado de no regar demasiado la planta!

No molestes ni dañes las raíces al trasplantar.

Otros consejos para trasplantar cannabis

Este proceso debe hacerse con cuidado Así que aquí tienes más información que consideramos muy importante en este momento

• Vigila siempre las plantas en busca de signos de estrés o raíces apiñadas.
• Los cultivadores que se alimentan con nutrientes deben reducir a la mitad su ingesta antes del trasplante para evitar el shock.
• Evita poner demasiada tierra en la maceta durante y después del trasplante. Esto puede dificultar el drenaje y dañar el sistema radicular.
• No trasplantes una vez que la planta haya iniciado su ciclo de floración. El choque del trasplante puede perturbar el desarrollo inicial de la planta en esta fase.
• Deja pasar al menos 1-2 semanas tras el trasplante para que la planta florezca.
• Deja espacio suficiente en el recipiente definitivo para que la planta se desarrolle completamente. Para un ambiente interior, esto significa de 3 a 5 litros.
• Las plantas más grandes pueden necesitar esquejes y otros mecanismos de soporte para evitar daños en la estructura durante y después del trasplante.

Si respetas todo esto durante el proceso, te garantizamos que tu planta de cannabis se desarrollará muy bien y será extremadamente feliz con más espacio para crecer. Al fin y al cabo, nosotros también somos así, ¿no?

Y recuerda que las semillas de cannabis de calidad son el pilar del cultivo de una gran planta. Puedes elegir y comprar semillas de cannabis que producimos y sabemos que son estupendas y tienen una genética excelente.

¿Tienes algún consejo especial para trasplantar? Cuéntanoslo, a nosotros también nos encantaría que nos lo dijeras.

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